La economía circular es un nuevo paradigma de producción y consumo que se enfoca en optimizar los recursos y minimizar los residuos generados. Se trata de un modelo económico sostenible que busca reducir la huella ecológica fomentando acciones como el reciclaje y la reutilización de los productos.
Dicho en otras palabras. La economía circular es un modelo centrado en maximizar los recursos disponibles para que estos permanezcan el mayor tiempo posible en el ciclo productivo.
El objetivo es reducir todo lo posible la generación de residuos y a aprovechar al máximo aquellos cuya generación no se pueda evitar.
Este modelo económico se aplica tanto a los ciclos biológicos como a los tecnológicos. Así, se extraen materias primas, se fabrican productos y de los residuos generados se recuperan materiales y sustancias que posteriormente se reincorporan, de forma segura para la salud humana y el medio ambiente, de nuevo al proceso productivo.
Un desafío global
Según las previsiones de Naciones Unidas, la población global se incrementará hasta alcanzar los 9.100 millones de personas en 2050. Con las cifras de población estimadas se necesitarían casi 3 planetas Tierra para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los modos de vida actuales.
En el caso de España, con el sistema económico “lineal” actual, basado en: «usar-consumir-tirar«, ya se necesita más de dos veces y media la superficie del país para abastecer las necesidades de nuestra economía.
Este modelo «lineal«, en el que se ha basado el crecimiento económico global desde la Revolución Industrial, implica un uso intensivo de recursos naturales y crea una elevada presión sobre el medio ambiente que está detrás de las manifestaciones más graves de la crisis ambiental que atravesamos, incluido el cambio climático o la pérdida de biodiversidad.
¿Qué diferencia la economía circular y la lineal?
Hasta ahora hemos aplicado modelos de producción lineales, es decir, extraemos, producimos, consumimos y desechamos. La sociedad en la que vivimos hace que el ritmo de consumo se esté acelerando, se trata de un modelo rápido pero poco sostenible para el planeta.
El modelo lineal tiene impactos agravados sobre recursos y ecosistemas:
- Elevados volúmenes de residuos.
- Gases de efecto invernadero que acentúan el cambio climático.
- Contaminación de suelos y masas de agua.
Además, estas afecciones adquieren una dimensión adicional cuando nos referimos a recursos no renovables o escasos, y cuando se trata de insumos clave en la producción de determinados bienes y equipos.
Cabe destacar, también, que los impactos del modelo lineal se agravan por unos hábitos de consumo cada vez más asociados a la «moda rápida«, con tasas de renovación de los bienes que no agotan el ciclo de vida útil del producto, como ocurre, por ejemplo, con la ropa o los dispositivos electrónicos.
Este modelo es agresivo con el medio ambiente y agotará las fuentes de suministro, tanto materiales como energéticas.
Además, en este tipo de economía hay una fuerte dependencia de las materias primas, lo que conlleva un riesgo asociado al suministro, precios altos de las mismas y elevada volatilidad, así como una reducción significativa del capital natural y sus consiguientes pérdidas económicas.
La economía circular, por contra, establece un modelo de producción y consumo más sostenible, en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos y pueden aprovecharse de forma recurrente, procurando con ello generar muchos menos residuos.
Como su propio nombre indica, la esencia de este modelo radica en que los recursos se mantengan en la economía el mayor tiempo posible, promoviendo que los residuos que generamos puedan servir de materia prima para otras industrias.
Es por estos motivos por los que se hace necesario iniciar una senda de transición para pasar de la economía lineal a la economía circular.
Un modelo alternativo
El término “Economía Circular” se acuña como respuesta al modelo de crecimiento económico “lineal” y su insostenibilidad.
Nace de la necesidad de implementar un sistema que impulse el crecimiento económico, pero que, a su vez, contribuya a optimizar la utilización de los recursos, materias, productos y servicios disponibles manteniendo su valor en el conjunto de la economía durante el mayor tiempo posible y en el que se reduzca al mínimo la generación de residuos.
Es un modelo de producción industrial y de consumo restaurador o regenerativo. Sustituye el concepto de «caducidad» por el de «conservación«, se desplaza hacia el uso de energías renovables, elimina el uso de sustancias y productos químicos tóxicos que impiden o dificultan la reutilización y el retorno a la biosfera, y busca, en su lugar, la valorización de residuos mediante un diseño optimizado de materiales, productos y sistemas y, dentro de estos, la creación de nuevos modelos de negocio.
En una verdadera economía circular, el consumo solo se produce en ciclos biológicos eficaces y el uso sustituye al consumo.
- En el ciclo biológico: distintos procesos permiten regenerar los materiales descartados, pese a la intervención humana o sin que esta sea necesaria.
- En el ciclo técnico: con el uso de energías renovables, se transforman los residuos en la medida de lo posible, en nuevos recursos.
¿Qué beneficios aporta la economía circular?
La adopción de un modelo de crecimiento económico basado en la economía circular tiene, entre sus principales beneficios:
- La protección del medio ambiente.
- La reducción de la dependencia de materias primas.
- La creación de empleo: hasta 700.000 puestos de trabajo más sólo en la UE para 2030, de los cuales al menos un 10% podrían generarse en España.
- El ahorro a los consumidores.
Una apuesta en Europa… y en España
La Comisión Europea presentó en marzo de 2020 el plan de acción para la Economía Circular. En febrero de 2021, el Parlamento votó el plan de acción sobre economía circular y en marzo de 2022, la Comisión dio a conocer el primer paquete de medidas para acelerar la transición hacia una economía circular, como parte del plan de acción de economía circular.
Por su parte, el Gobierno de España ha elaborado la Estrategia Española de Economía Circular, que sienta las bases para impulsar este nuevo modelo de producción y consumo con el objetivo de lograr una economía sostenible, descarbonizada, eficiente en el uso de los recursos y competitiva.
Adoptar este modelo va a requerir, entre otros elementos:
- Un marco instrumental y una actividad coordinada entre las administraciones, los sectores económicos y el conjunto de la sociedad para facilitar sinergias.
- Nuevos conocimientos y capacidades, que den lugar a nuevos desarrollos tecnológicos, procesos, productos y servicios innovadores.
- La adopción de innovaciones, no solo tecnológicas, sino también organizativas y sociales, imprescindibles para impulsar el cambio necesario en los modelos de producción y consumo.
- La transformación de fabricantes desde vendedores a prestadores de servicios ya que el servicio prestado por un objeto debe prevalecer sobre la propiedad del mismo.
Un proyecto de país
A primeros de marzo de 2022, y a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el reto Demográfico, el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Economía Circular.
El PERTE de Economía Circular tiene, entre otros objetivos:
- Acelerar la transición hacia un sistema productivo más eficiente y sostenible en el uso de materias primas.
- Aprovechar el potencial de la economía circular para generar empleo.
- Aliviar la dependencia de la economía española del exterior, especialmente en momentos de incertidumbre sobre la disponibilidad de materias primas.
Este proyecto estratégico está enfocado todos los sectores productivos, así como en los de consumo y de gestión los residuos.
Las inversiones previstas incluyen ayudas por valor de 492 millones de euros y se espera movilizar recursos superiores a los 1.200 millones hasta el año 2026.
El PERTE se centra en 18 instrumentos distribuidos en dos líneas de acción:
- Actuaciones sobre sectores clave: textil, plástico y bienes de equipo para la industria de las energías renovables.
- Actuaciones transversales para impulsar la economía circular en la empresa. Incluye ayudas dirigidas a proyecto de impulso a la economía circular en cualquier sector que requiera de apoyo para complementar sus esfuerzos. Las ayudas se distribuirá en cuatro categorías dirigidas a la reducción del consumo de materias primas, el desarrollo del ecodiseño, la gestión de residuos y la digitalización.
Además, este PERTE comparte sinergias con otros ya presentados como el de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (ERHA), el Agroalimentario y el dedicado al desarrollo del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC).
Según los datos aportados en la adenda el Plan de Recuperación aprobada el pasado 6 de junio de 2023, las transferencias al PERTE de Economía circular en la primera fase del Plan de Recuperación ascienden, hasta el momento, a 192 millones de euros. Inversiones que la adenda eleva en 600 millones de euros en transferencias adicionales hasta alcanzar una cifra total de 792 millones de euros.